Beatriz Arroyo y Marta Calzada, agentes del Servicio de Atención de Víctimas de Violencia Doméstica de Valladolid. / Alberto Mingueza
«Cuando te sientas frente a ellos percibes esa verdad, ese dolor y te remueve el corazón». Aunque lleve 13 años formando parte del Servicio de Atención a Víctimas de Violencia Doméstica (SAVVD), la agente Marta Calzada reconoce que uno no termina nunca de acostumbrarse a ver ciertas cosas.
Se trata de una unidad especializada que comenzó su
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