El ascensor exterior de Vía Ensanche de Mérida se inspira en el del Museo Reina Sofía | Hoy

2022-10-10 11:03:01 By : Ms. Shinny Xie

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Edificio de la calle Vía Ensanche donde se están instalando los ascensores exteriores. :: J.M. ROMERO

En pocos meses la calle Vía Ensanche será un nuevo foco de atracción en la ciudad. De hecho, ya lo es. Hay muchos vecinos que se acercan a la altura del número 29 a ver las obras de construcción de un par de ascensores exteriores. Son de gran envergadura y permiten salvar una altura de seis plantas.

Pero desde que se ideó su instalación hasta que ha comenzado su construcción han pasado años. Las trabas burocráticas y los obstáculos que, según reconocen los vecinos, se han puesto a esta infraestructura ha hecho retrasar su puesta en funcionamiento.

Antonio Blázquez, uno de los inquilinos del bloque de viviendas, y José Antonio Moreno, presidente de la comunidad de vecinos y de la barriada de San Albín, relatan a HOY cómo ha sido el largo proceso. «Por las características del edificio solo había la alternativa de ponerlo por fuera», dice Blázquez.

A finales de 2015 el administrador presentó varias propuestas. La mayoría de ellas proponían como solución pegar el ascensor al edificio, modelo similar al que ya existe en alguna vivienda de Nueva Ciudad. «Nos gustó el proyecto que presentó la empresa Thyssen. A partir de ahí nos pusimos de acuerdo los vecinos. En mayo de 2016 se presentó la solicitud de licencia de obra. Fue cuando comenzaron nuestros problemas con el Ayuntamiento, concretamente con el arquitecto municipal. El Consistorio todavía se regía por una normativa de 2010 que no se había adaptado a una nueva de 2011», comenta.

En este sentido, explica que hay una ley de 2011 que favorece la accesibilidad por encima de cualquier otra cosa. Prima que las viviendas antiguas puedan contar con reformas que faciliten la accesibilidad para personas mayores o con problemas de movilidad. «Esta ley favorece la obligatoriedad del Ayuntamiento para ceder espacio de la vía pública si es necesario y si no se impide el tránsito de peatones».

Relata que hubo muchas idas y venidas al Ayuntamiento, muchos desencuentros con el arquitecto municipal. «Nos mandó cambiar los planos muchas veces. E incluso nos llegó a pedir un estudio de detalle», explica Blázquez, que recuerda que hasta octubre del pasado año no les concedieron la licencia de obra. El arquitecto del proyecto es Manuel Esteban.

Declara que San Albín es una zona donde, en los últimos años, se ha producido un importante abandono de viviendas por parte de los vecinos de más edad. «La consecuencia es un deterioro de la barriada, con alquileres muy baratos y poca permanencia de inquilinos».

San Albín es un barrio que tiene acceso directo a la avenida Reina Sofía. Tiene a pocos metros la Plaza de Toros, el Estadio Romano y la zona monumental. «Con esta iniciativa queríamos, no solo mejorar nuestra calidad de vida. También regenerar un poco el barrio», apunta. En ese piso no vive gente joven. Tampoco muy mayor. Se han marchado. Residen sobre todo, «personas mayores de 50 años y gente en alquiler».

El edificio es un inmueble de 1962. Hay varios bloques y uno, que es una tercera vía, da para otro lado, por lo que no se puede beneficiar del ascensor. En él viven en la actualidad 28 vecinos. «Tomamos la decisión de pagar la construcción del ascensor solo aquellos que nos beneficiemos. Así, asumimos su coste y el mantenimiento 20 vecinos, incluyendo el local comercial».

La inversión para instalar el ascensor es de unos 140.000 euros. Pero para no pagar tanto los vecinos han solicitado una subvención a la Junta. Les ha sido concedida y sufragará entre el 40 y 45% del coste. «Hemos calculado que a cada vecino nos sale a pagar unos 6.500 euros. De ahí hay que descontar la subvención que nos van a dar».

Creen que la obra finalizará a finales de febrero. Después hay un proceso de legalización por parte de Industria. Por lo que prevén que para antes de verano pueda ya estar en funcionamiento.

«Sé que ya hay más de una docena de interesados que quieren instalar este tipo de ascensor en sus viviendas», afirma Blázquez. «Hay fórmulas muy cómodas para pagarlo. A ver si la gente se anima y busca soluciones arquitectónicas para modernizar edificios antiguos en los cascos urbanos. Se gastan millones de euros en hacer urbanizaciones a las afueras de la ciudades, que les supone al Ayuntamiento un gran desembolso al tener que llevarles los servicios primordiales. Se debería ayudar a la gente a rehabilitar sus viviendas antiguas en el centro de las ciudades para mantenerlo vivo».

Debido a la cercanía de los Columbarios, el Teatro Romano y la muralla de Vía Ensanche, durante las obras han salido a la luz restos arqueológicos. Blázquez indica que el Consorcio se ha portado estupendamente y se ha puesto a su disposición. «En uno de los bloques no ha salido nada. Una solera y nada más. En el otro, apareció el muro de una pared, el trozo de una alcantarilla y el borde de lo que es la actual muralla. Pero eso no nos afecta. Han documentado lo que ha aparecido y lo han protegido».

De este tema también habla el concejal de Urbanismo. Rafael España explica a HOY que la solución inicial es que el ascensor se ubique en el interior del inmueble (patio de luces o hueco de escaleras...). «En caso de que sea técnicamente inviable, se estudia si el inmueble cuenta en su entorno con espacio en propiedad o espacios privados de uso público. Cuando no se pudiera acometer de acuerdo con lo anterior, entonces se ocuparía la vía pública». El caso de Vía Ensanche se corresponde con este último caso.

Asegura que se estudiaron todas las opciones técnicas posibles. Finalmente se solicitó por parte de la comunidad de vecinos acometer la obra en estas condiciones, pues las otras opciones fueron desechadas técnicamente. «Esta alternativa siempre es la última y menos deseable. Aunque los usuarios pagan la ocupación de vía pública, arquitectónicamente puede distorsionar y causar impacto visual».

Explica además que la obra se tramita como una licencia de obra al uso. «Esta solución exterior en suelo público debe ser siempre una vez descartada las anteriores opciones. Y siempre se tratará de edificios en los que en el momento de su construcción no se instala el ascensor pertinente», concluye España.

Afirma que, actualmente en el casco histórico y exteriores al edificio, existe un ascensor en la calle Calvario y cinco o seis en Nueva Ciudad. Pero en esos casos están ubicados en zonas privadas.