Herminia, una vecina del barrio coruñés del Ventorrillo de 86 años y con problemas de movilidad, lleva tres años sin salir de casa porque en su edificio, que tiene ascensor, no se realizaba la obra necesaria para bajarlo a cota cero, a la altura de la calle, y así salvar las escaleras que ahora impiden que pueda desplazarse. Necesita una silla de ruedas.
La difusión de su caso a finales de mayo tras en La Voz permitió desbloquear y acelerar el proceso. Los permisos estaban concedidos desde el mes de febrero, según informó en su día el Concello de A Coruña.
Hacía falta que el bajo comercial situado en el inmueble, el número 44 de la calle Rodrigo A. de Santiago, cediera 70 centímetros. Ni los propietarios, que viven en Dinamarca, ni los inquilinos, una carnicería Pan Ceballos, se opusieron, pero la negociación y los trámites de la obra que permitirá a Herminia «salir de paseo, ir al médico sin tener que movilizar al Ejército, comer con mi hermana o mi familia en un restaurante» se demoraban y el tiempo pasaba sin avances notables.
«Si hay un impedido en un edificio, el ascensor se pone aunque se opongan todos» alberto mahía
Ella, con humor, se lamentaba a finales de mayo: «Deben estar esperando a ir a mi entierro para solucionar lo del ascensor». Aún no se ha cumplido un mes y ya han llegado las buenas noticias.
Los obreros empezaron este martes a trabajar en la carnicería, que ha tenido que cerrar durante unos días. En el bajo comercial ya se ven unos boquetes en el techo. ¿Cuándo estarán concluidas tareas? Los plazos para las reformas siempre son imprecisos, pero se estima que se duren un par de meses.
Obras en el bajo del número 44 de Rodrigo A. de Santiago César Quian
«Ir por la calle Barcelona»
Herminia y su hermana Rosa están felices. Fueron conscientes del comienzo de las obras por el ruido, dicen. Y sus rostros no tienen nada que ver con los de los días en los que denunciaban su drama. Dan las gracias a los medios que difundieron su caso. «Si llego a saber esto, no espero tres años, lo hago antes», dijo ante los micrófonos de Radio Voz.
Herminia ya espera con ganas el momento de poder salir de su forzado encierro. Quiere incorporar un motor a su silla de ruedas para «ir por la calle Barcelona, ir al súper y comprar lo que quiera». Lo hará acompañada de su hermana, a la que agradece su imprescindible apoyo estos años en los que «no hablaba con nadie» y solo tenía a sus pájaros, la tele y «el periódico de La Voz».
Cada año cien comunidades de A Coruña piden ayuda para poder instalar un ascensor alberto mahía Cada año, sobre un centenar de comunidades de vecinos llaman a la puerta del Ayuntamiento de A Coruña para, en algunos casos, lograr liberarse de un encierro en sus propias casas. Un par arriba, un par abajo, cien son las solicitudes de ayuda para la instalación de ascensores que, de media, atienden y conceden los servicios municipales anualmente. Basta con acreditar que uno de los residentes padece problemas de movilidad, ya tenga 80 años como 22, para poder optar a las subvenciones. El servicio municipal de Vivenda e Rehabilitación asegura que, cumpliendo los requisitos por diversidad funcional, les concederá a cada uno de los vecinos una partida para colocar el elevador que puede llegar a alcanzar los 12.000 euros de máximo, aunque el mínimo es bastante inferior, en torno a los 2.000 euros. La cuantía final depende del volumen de ingresos familiares, eso marcará que a uno le den menos o más. Seguir leyendo
Cada año, sobre un centenar de comunidades de vecinos llaman a la puerta del Ayuntamiento de A Coruña para, en algunos casos, lograr liberarse de un encierro en sus propias casas. Un par arriba, un par abajo, cien son las solicitudes de ayuda para la instalación de ascensores que, de media, atienden y conceden los servicios municipales anualmente. Basta con acreditar que uno de los residentes padece problemas de movilidad, ya tenga 80 años como 22, para poder optar a las subvenciones.
El servicio municipal de Vivenda e Rehabilitación asegura que, cumpliendo los requisitos por diversidad funcional, les concederá a cada uno de los vecinos una partida para colocar el elevador que puede llegar a alcanzar los 12.000 euros de máximo, aunque el mínimo es bastante inferior, en torno a los 2.000 euros. La cuantía final depende del volumen de ingresos familiares, eso marcará que a uno le den menos o más.
© Copyright LA VOZ DE GALICIA S.A. Polígono de Sabón, Arteixo, A CORUÑA (ESPAÑA) Inscrita en el Registro Mercantil de A Coruña en el Tomo 2438 del Archivo, Sección General, a los folios 91 y siguientes, hoja C-2141. CIF: A-15000649.