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El presidente del Comité de Empresa y dos de los trabajadores que secundan la protesta, posan para IDEAL en un ascensor. / alfredo aguilar

Un día protestan en las puertas de un centro comercial, al siguiente en la boca del metro de Recogidas y hoy, miércoles, toca manifestarse a las 18.15 horas desde la estatua de Isabel La Católica. Y así llevan desde hace un mes. Los técnicos de Ascensores Otis en la provincia de Granada cumplen hoy treinta días consecutivos de huelga y protestas diarias en las calles de la capital con las que pretenden dar visibilidad al conflicto laboral por la negociación de su convenio colectivo.

La empresa Zardoya Otis, líder del sector con 128 oficinas repartidas por todo el país. mantiene más de cuatro mil ascensores en toda la provincia, desde edificios de viviendas, hasta los hospitales o las escaleras del metro. En Granada tienen 56 trabajadores, de los que treinta, todos técnicos de ascensores, son los que secundan la huelga, según el Sindicato de la Elevación, mayoritario en la empresa.

El motivo del conflicto que está generando las protestas de los trabajadores en distintos territorios del país es la renovación del convenio colectivo de la empresa, que ha entrado en vía muerta después de dos años de negociación. Los trabajadores temen recortes y un empeoramiento general de sus condiciones.

«Defendemos un convenio digno que garantice la estabilidad en el empleo, que se regule la carga de trabajo, se priorice la seguridad de clientes, usuarios y profesionales, se adecuen beneficos sociales y se aplique una subida salarial acorde con la situación favorable de la compañía que ha tenido un geneficio de 108 millones de euros en los primeros nueve meses de 2021, un 5,4% más que el mismo periodo del año anterior», resume el presidente del Comité de Empresa y del Sindicato de la Elevación en Granada, Isaac Roura.

Alegan que desde el año 2008 se han perdido 1.200 puestos de trabajo en la empresa y la «sobrecarga de trabajo es brutal».

«Tenemos un buen convenio y por eso precisamente aquí vinieron profesionales de otras empresa. La dignidad de este convenio y no podemos perderla», defiende.

Los trabajadores, este martes, en la boca del metro de Recogidas. / alfredo aguilar

La Junta de Andalucía no se ha pronunciado respecto a los servicios mínimos, por lo que los ttrabajadores denuncian que la empresa los ha impuesto unilateralmente yson «abusivos». «Es la técnica para agotarnos y asfixiarnos económicamente», lamentan los trabajadores, que este martes protestaban en Recogidas, al ritmo del 'Resistiré' del Dúo dinámico para darse ánimos.

«Vamos a resistir. Está siendo durísimo aguantar sin sueldo pero estamos unidos y merece la pena luchar por nuestros derechos», dice convencido Franciso Almagro. El grupo treinta trabajadores que secunda la huelga se siente fuerte y unido. Pero eso sí, la procesión va por dentro y reconocen que, mantener el pulso a la empresa está siendo agotador a nivel psicológico y muy duro por el coste económico.

Calculan que cada día en la calle les está costando unos 140 euros, más de lo que cobran en una jornada, al descontarse también la parte proporcional de vacaciones. No es que se queden a cero este mes, es que el saldo va a ser negativo, lo que sumado a los gastos de estas fechas está resultando asfixiante para estos empleados que tienen una caja de resistencia, de la que comenzarán a tirar en enero, dando prioridad a quienes más lo necesiten. «Estamos muy agradecidos porque hay gente anónima que nos está haciendo aportaciones», afirman.

Pte. Comité de Empresa y Sindicato de la Elevación

«Es muy frustrante que los propios compañeros de la oficina no nos apoyen pero ya que hemos llegado hasta aquí hay que continuar, no podemos tirar la toala», señala rotundo Sergio Iglesias.

«Veíamos venir el conflicto y hemos ido ahorrando pero la Navidad sin sueldo se lleva mal, son muchos gastos y después de 30 días muchos no podemos más», admite otro de los trabajadores, Nacho Ruiz.

«En Granada lo tenemos claro, vamos a seguir luchando pero dependemos de la evolución del conflicto a nivel nacional y de cuánto aguantan en otras provincias. Estamos apoyándonos y tirando unos de otros, pero están prolongando el conflito para asfixiarnos económicamente y algunos ya van a tener que tirar de los padres o familiares. Yo hay días que tengo ganas de llorar. Queremos que se sienten a negociar ya y ponernos a trabajar», concluye José Antonio Ortiz.

IDEAL contactó con la compañía que rehusó realizar decaraciones sobre el conflicto laboral que se mantiene a nivel nacional.